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Esto no es Hawái: un estudio impugna la teoría clásica de cómo nacieron las Islas Canarias

Cinco investigadores plantean que el origen de las Islas puede depender directamente de dinámicas tectónicas conectadas con la vecina cordillera del Atlas, en Marruecos

EFE 0 COMENTARIOS 12/03/2025 - 17:28

Desde hace décadas, la mayoría de los geólogos asumen que las Islas Canarias se formaron como Hawái, por el efecto de un punto caliente en la corteza de la Tierra que bombea magma hacia la superficie y va construyendo enormes islas volcánicas mientras el lecho oceánico se desplaza sobre él.

Sin embargo, puede que el proceso geológico que hizo emerger desde el fondo del Atlántico a lo largo de millones de años de erupciones el archipiélago canario, con sus islas y sus numerosos montes submarinos, no tenga nada que ver con el que construyó las islas del Pacífico, sino que dependa directamente de dinámicas tectónicas conectadas con la vecina cordillera del Atlas, en Marruecos.

Es lo que plantean cinco investigadores de las Universidades Complutense de Madrid y La Laguna y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC) este mes en la revista ‘Earth Sciences Reviews’, en un trabajo que impugna la consolidada teoría del punto caliente y el penacho volcánico como motor constructor de Canarias.

Los defensores de esa teoría mantienen que existe un punto caliente en la corteza situado en el extremo oriental de Canarias que a lo largo de millones de años ha ido levantando las islas mientras el lecho oceánico se desplaza en sentido oeste-este.

Ello, en principio, concuerda con el hecho de que las islas más jóvenes del archipiélago, El Hierro y La Palma, que emergieron del mar hace 1,12 y 1,79 millones de años, estén justo en ese lugar y las geológicamente más viejas y erosionadas, Lanzarote y Fuerteventura, que lo hicieron hace 15,2 y 22 millones de años, se encuentren bastante más al este, ya frente a la costa de África.

Sus firmantes, Francisco Anguita, Carlos Fernández, Álvaro Márquez, Ricardo León y Ramón Casillas, sostienen que, más allá de los parecidos entre Hawái y Canarias como islas volcánicas emergidas del océano, la tesis del punto caliente presenta muchas debilidades.

La primera de ella, apuntan, es que al menos tres estudios científicos han sido incapaces de detectar los conductos por los que el magma del manto ascendería de forma constante hacia el lecho oceánico situado bajo Canarias, ni siquiera en los 1.000 primeros kilómetros de profundidad. Solo uno de 2015 habla de la existencia de ese tipo de conductos, pero no ha sido posible replicarlo, recalcan.

La segunda reside en que Canarias y Hawái se parecen menos de lo que suele darse por hecho. Por ejemplo, los periodos de actividad volcánica ininterrumpida han sido muy largos en Canarias (de 18 millones de años en Fuerteventura, 15 millones en Lanzarote, 12 millones en Tenerife y 11 millones en La Gomera), mientras que en Hawái el más largo no ha llegado a 6 millones de años (Kauai).

Otra diferencia cuestiona la tesis de punto caliente: en teoría, solo debería ser activa la isla situada directamente encima, como ocurre con la isla mayor de Hawái y su vecina Maui. Sin embargo, todas las islas de Canarias han tenido episodios de vulcanismo en el último millón de años, con la excepción de La Gomera, cuya última actividad volcánica se remonta a hace 1,9 millones de años.

Los autores advierten, además, de otro problema que desafía el modelo del punto caliente que supuestamente construye las islas conforme el lecho oceánico se desplaza hacia África: Tenerife, situada en el centro del archipiélago, y Lanzarote, localizada al este, en el extremo teóricamente más alejado del penacho volcánico, han sufrido repetidas erupciones en tiempos históricos.

Y, por último, subrayan que ocurre que las islas de Hawái se van hundiendo poco a poco en el océano conforme se alejan del punto caliente, hasta el punto de que están condenadas a convertirse en un futuro lejano en montes submarinos.

En cambio, en Canarias, hay islas donde el terreno se ha elevado hasta 3.000 metros desde el lecho volcánico después de haber pasado por encima del teórico punto caliente que las formó. Y no solo han sido elevadas: algunas han rotado su posición hasta 90 grados.

Este trabajo defiende que en Canarias existen varias estructuras tectónicas que conectan su actividad geológica con el desplazamiento de la placa de Nubia desde el Oligoceno (en los últimos 34 millones de años) y con las dinámicas que también se observan en el Atlas.

“Hemos podido construir una hipótesis alternativa centrada en el debilitamiento regional de la litosfera, es decir, una hipótesis basada en la placa. La similitud de las características geológicas, geofísicas y geoquímicas entre las islas y la vecina cordillera del Atlas ofrece una solución común pertinente en la nueva hipótesis, lo que además ha permitido la integración de ambas áreas en la historia evolutiva de la placa de Nubia”, concluyen los autores.

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