CULTURA

María Lasso Morales, pionera de la fotografía

Fue una de las primeras profesionales de Canarias y durante décadas tuvo el estudio de fotografía más importante de Lanzarote, aunque su obra es apenas conocida

Mario Ferrer 0 COMENTARIOS 04/04/2022 - 06:57

Durante mucho tiempo la fotografía fue un terreno muy restringido. Tras su creación en 1839, las dificultades técnicas de su práctica junto a lo alto de su precio hicieron que fueran pocas las personas que pudieran permitirse tener fotografías, y menos aún su práctica. Poco a poco esas limitaciones fueron rebajándose, pero en espacios marginales como Lanzarote se mantuvieron más, principalmente por la falta de desarrollo económico.

Camilo González fue el primer fotógrafo local del que nos han llegado breves noticias en 1861, puesto que su trayectoria debió de ser bastante corta. En realidad, durante todo el siglo XIX y principios del siglo XX no se llegó a establecer ningún estudio estable en la Isla y solo algunas viajeras europeas dejaron aportaciones femeninas a una historia de la fotografía local ya de por sí frágil. Aunque no había suficientes clientes en una pequeña isla pobre para poder mantener a un profesional, sí hubo aficionados locales y era habitual en fotógrafos nacionales o internacionales que han dejado buenas imágenes de la Isla.

A principios del siglo XX, era común que las grandes compañías europeas enviaran a sus profesionales a diferentes partes del planeta a enseñar y vender las novedades en fotografía y cine. Con ese objetivo hizo su primera estancia en Canarias el francés Aquiles Heitz (1878-1936), quien luego se dirigió a Sudamérica, para finalmente recalar de forma definitiva en Lanzarote en 1917, en mitad de la cruenta I Guerra Mundial.

Con una técnica fotográfica depurada y conocimientos de cine, Heitz se instaló en Lanzarote, donde se casó con María Lasso Morales (1898-1987). La pareja, que no tuvo hijos, no solo creó el primer estudio profesional de la Isla en Arrecife, sino que lo diseñó arquitectónicamente para ello, aportando, además, nuevas cámaras, sistema de control de luces, equipos de escenografía, etcétera.

Aquiles Heitz era, además, una figura artísticamente sensible y estaba al tanto de los movimientos estéticos de la vanguardia europea, lo que transmitió a su esposa (llegaron a viajar juntos a París) y a su hermano menor, el escultor Pancho Lasso.

Pero María Lasso no fue simplemente una figurante entre dos nombres masculinos destacados del arte; a la muerte de Heitz en 1936, esta profesional de la fotografía fue la que dirigió el principal estudio de Lanzarote durante varias décadas, hasta que, finalmente, se lo dejó, ya en los años sesenta, a su sobrino, Alberto Lasso, a quien también le ayudó a conocer el oficio.

Para varias generaciones de isleños e isleñas, la gran referencia fotográfica de la Isla era Doña María, la retratista, como pasó a ser reconocida popularmente. Hay que recordar que el retrato era el género estrella en aquella época y además el estudio de Heitz y Lasso estaba especialmente preparado para ello.

Premios fotográficos

Ganó varios premios, pero su colección no ha sido estudiada ni divulgada

A partir de los años cincuenta del siglo XX, en España comenzaron a proliferar los concursos y certámenes de fotografía. Las novedades tecnológicas popularizaron el uso de las cámaras, al tiempo que el régimen franquista apoyó este tipo eventos, siempre que se centraran en la experimentación estética y no reflejaran la dura realidad social del momento. En Lanzarote, coincidiendo con las fiestas de San Ginés, se organizaron varios certámenes, en los que participaron y ganaron varios autores nacionales y regionales, además de locales.

María Lasso logró el Primer Premio de Fotografía otorgado por la Sociedad Democracia (denominada Círculo Mercantil durante la dictadura) en 1961 y el Premio Fotografía Retrospectiva al siguiente año. No obstante, la obra de María Lasso, como la de su marido Aquiles Heitz, apenas ha sido estudiada, ni difundida. En varias ocasiones se han preparado proyectos para analizar ambas colecciones, pero no han prosperado y siguen sin ser apenas conocidas ni divulgadas.


Retrato realizado por María Lasso en 1939. Fotografía cedida por el Archivo fotográfico de Alberto Lasso.


Retrato de un niño en 1940, realizado por María Lasso. Fotografía cedida por el Archivo fotográfico de Alberto Lasso.

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