El Grupo Martinón pide que se categorice una de las mayores bolsas de suelo de la capital para instalaciones como un parque tecnológico, equipamientos deportivos o plantas solares, y considera que "la transformación de este suelo como residencial puede ser viable a largo plazo"
Arrecife tramita quitar la protección a medio millón de metros de suelo rústico
El Grupo Martinón pide que se categorice una de las mayores bolsas de suelo de la capital para instalaciones como un parque tecnológico, equipamientos deportivos o plantas solares, y considera que "la transformación de este suelo como residencial puede ser viable a largo plazo"
Urbanismo pieza a pieza. A falta de un nuevo Plan General de Ordenación (PGO), que será difícil que salga adelante antes de las elecciones, la alcaldesa de Arrecife, Ástrid Pérez, apuesta por la fórmula de las consideradas modificaciones menores del planeamiento. La de mayor calado hasta el momento acaba de pasar por el pleno municipal. Se trata de una bolsa de 500.961 metros cuadrados, encajada entre el barrio de Argana y su transición hacia Maneje, que está clasificada en el Plan Insular de Ordenación (PIO) en vigor como suelo rústico de protección natural por paso de jable.
En la documentación presentada por la propiedad, la división inmobiliaria del Grupo Martinón, se plantean dos alternativas para esa pieza de suelo, una de las de mayor dimensión de la capital lanzaroteña, que se someterán ahora a evaluación ambiental.
La primera opción sería definir esta franja de suelo como suelo urbanizable no ordenado, de uso residencial. Esta fórmula permitiría el “crecimiento” de la ciudad “en parte de su periferia urbana” y “podría ser interesante” para el aumento poblacional de Arrecife. Aunque los promotores consideran que hay otras zonas que se deben desarrollar primero -han urbanizado el cercano plan parcial Los Geranios, para más de 1.350 viviendas- “no obstante, la transformación de este suelo como residencial puede ser viable a largo plazo”.
En el Plan General que se elaboró bajo la alcaldía de María Isabel Déniz, hace dos décadas, se llegó a plantear por la empresaria Alicia Martinón un convenio urbanístico que permitía edificar en la zona hasta 2.000 viviendas a cambio de ceder al Ayuntamiento 207.797 metros cuadrados. En aquel momento se justificó la iniciativa para dotar a la institución municipal de suelo público para construir una nueva ciudad deportiva. En ese espacio se preveía la construcción de viviendas para albergar a 6.000 residentes.
La actual categoría de suelo rústico de protección natural no permite “ningún tipo de edificios o instalaciones públicos o privados, ni cualquier otro obstáculo permanente” que impida el movimiento natural de jable. En una situación urbanística similar se encuentra, en las proximidades, el diseminado de Las Vírgenes, que tiene varias decenas de viviendas, básicamente de autoconstrucción, levantadas desde los años 80 del siglo pasado.
El Cabildo no ha informado, pese a que el Plan Insular de Ordenación señala que el suelo es rústico protegido
En la otra alternativa que ahora se ha puesto sobre la mesa para el medio millón de metros cuadrados de Martinón, que es la que aseguran que defienden los promotores, se rebaja la categoría de los terrenos: de rústico de protección natural a rústico de equipamientos e infraestructuras.
Aunque no se aclara de forma expresa cuál sería el proyecto a implantar de salir adelante la modificación del Plan General, en el documento ambiental se apuntan algunas posibilidades: “Un parque tecnológico, equipamientos deportivos o una planta de energía fotovoltaica”. De forma específica, la opción de destinar esta pieza de suelo, o al menos una parte, para la colocación de placas solares, es la posibilidad que más se repite a lo largo de la documentación, a la que ha tenido acceso Diario de Lanzarote.
Los promotores se acogen a la Ley del Suelo de Canarias para instar a la tramitación de la modificación del Plan General de Arrecife. La nueva legislación autonómica ha abierto la puerta a saltarse las limitaciones vinculadas a cada categoría de suelo. Si un proyecto se declara de interés insular, puede ordenar equipamientos industriales, energéticos, turísticos no alojativos, culturales, deportivos, sanitarios y otros “de naturaleza análoga de carácter estratégico” en cualquier clase de suelo, aunque “solo podrán afectar a suelo rústico de protección ambiental cuando no exista alternativa viable” cuando se trate de obras públicas. Al rebajar la categoría del suelo rústico de la pieza de Martinón, se convierte en candidata a un proyecto de interés insular, en el caso de que se plantease alguno para esa zona.
Silencio del Cabildo
La solicitud de modificación menor se registró en el Ayuntamiento de Arrecife en julio de 2020. El Ayuntamiento se dirigió al Cabildo de Lanzarote en octubre de 2021, cuando en ambas instituciones gobernaban PP y PSOE, para que la institución insular informase sobre la “compatibilidad” de la propuesta “con las determinaciones vigentes del planeamiento insular”. Se dirigió a Política Territorial, pero la petición fue rechazada al no recibirla nadie de forma telemática.
La Concejalía de Urbanismo reiteró la solicitud de consulta al Cabildo el pasado mes de agosto. En el expediente que pasó por el pleno, donde la oposición (LEP, PSOE y un concejal no adscrito) votó en contra, mientras el gobierno (NC, CC y PP) se pronunció a favor de la tramitación, no figuraba ningún informe del Cabildo.
Entre los grupos políticos del Ayuntamiento de Arrecife, las críticas más duras en el último pleno llegaron de Lanzarote en Pie (LEP). “¿Quieren dejarlo todo atado y bien atado antes de irse”, lanzó el concejal Leandro Delgado en referencia a la proximidad de las elecciones. “No nos vamos a ninguna parte”, replicó la alcaldesa, Ástrid Pérez, quien antes había escuchado al portavoz socialista, Alfredo Mendoza, criticar el “urbanismo de promotores”, o al propio Delgado denunciar que el gobierno “no tiene tanta prisa” para solucionar el problema de Las Vírgenes.
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